Mañana, está previsto que el Parlamento Europeo, bajo el liderazgo del Grupo S&D, dé su aprobación final al acuerdo sobre la revisión del Reglamento sobre diseño ecológico, cuyo objetivo es que los productos sostenibles se conviertan en la norma en la Unión Europea. Esta revisión amplía el ámbito de aplicación de la legislación actual más allá de los productos relacionados con la energía e introduce requisitos para una gama más amplia de artículos.
Conforme a la nueva normativa, la Comisión Europea tendrá que establecer requisitos medioambientales específicos para los productos, por ejemplo, en materia de durabilidad, reparabilidad, huella ambiental y presencia de sustancias químicas nocivas. Asimismo, los nuevos productos del mercado irán acompañados de un “pasaporte digital de productos” que proporcionará a la ciudadanía información adicional sobre la sostenibilidad medioambiental de los productos que compran.
Por iniciativa de los Socialistas y Demócratas, la Comisión Europea priorizará, ya en los próximos meses, productos altamente nocivos para el medio ambiente como el hierro, el acero, el aluminio, los textiles, los muebles, los neumáticos, los detergentes, las pinturas, los lubricantes y las sustancias químicas. Otro logro fundamental del Grupo es haber incluido una prohibición de la destrucción de productos textiles y calzado no vendidos para impulsar un cambio en la industria de la “moda rápida”: una disposición esencial que no figuraba en la propuesta inicial de la Comisión Europea.
Alessandra Moretti, eurodiputada del Grupo S&D y negociadora principal del Parlamento Europeo sobre el Reglamento sobre diseño ecológico, ha declarado:
“Ya es hora de que dejemos atrás el obsoleto modelo del ‘tomar, producir y tirar’, que tantos estragos está causando en nuestro planeta, nuestra salud y nuestra economía. Allanemos el camino hacia una nueva era en la que todos los productos se fabriquen de una manera más sostenible, y en la que los consumidores y consumidoras puedan ahorrar energía, reparar y tomar decisiones medioambientales inteligentes. ¡Una situación en la que saldrán ganando tanto los bolsillos de la ciudadanía como el planeta!
“Hemos peleado, con éxito, por incluir en el Reglamento una prohibición de la absurda destrucción de productos textiles y calzado no vendidos porque queremos contribuir a un cambio en la manera en que los fabricantes de moda rápida producen sus bienes, con el objetivo de encaminarnos hacia una mayor sostenibilidad social y medioambiental”.
