Gracias a los incesantes esfuerzos del Grupo S&D, el Parlamento Europeo aprobará mañana la revisión del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE). Será una herramienta fundamental para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en, al menos, un 55% para 2030 –en comparación con los niveles de 1990–, como se establece en el paquete “Fit for 55”, en línea con el objetivo de la Ley Europea del Clima de convertir a Europa en el primer continente neutro desde el punto de vista climático para 2050.

Tras la problemática votación en el último pleno de Estrasburgo, hemos logrado alcanzar un importante acuerdo en el seno del Parlamento Europeo, que no es tan ambicioso como hubiéramos deseado, pero que ciertamente es más equilibrado que el texto inicial que fue votado en Estrasburgo, al incluir un factor mayor de reducción lineal (la disminución anual de los derechos de emisión que se suministran al mercado) y la eliminación más temprana de los derechos gratuitos.

También hemos conseguido limitar de forma significativa los posibles efectos sociales del RCDE2 en relación con los edificios y el transporte, al tiempo que hemos salvado la financiación para el Fondo Social del Clima.

La ponente del Grupo S&D para el RCDE, la eurodiputada Jytte Guteland, dijo:

“El Parlamento Europeo está listo para adoptar su mandato negociador mañana, antes de los diálogos tripartitos con los Estados miembros. Este mandato es mucho más equilibrado que el que votamos hace dos semanas. Ahora tenemos un factor de reducción lineal más alto que nos pondrá en el camino de alcanzar antes la neutralidad climática. También eliminaremos antes los derechos de emisión gratuitos, y con más rapidez, de lo que proponía la propuesta de la Comisión Europea, lo cual no se recogía en las enmiendas presentadas a principios de junio. Por supuesto, hemos presionado para conseguir mayores ambiciones y lamentamos que los conservadores no hayan confirmado la posición original de la comisión de Medio Ambiente, pero creo que este resultado es el más ambicioso que podíamos conseguir.

“Además, se han introducido muchas mejoras en comparación con la propuesta de la Comisión Europea, en línea con las prioridades del Grupo S&D por una mayor ambición climática, equidad para la industria y una mayor inclusión social. El sector marítimo será incluido mucho antes, con un alcance más amplio de las emisiones cubiertas, incluyendo las de los buques más pequeños y, finalmente, el 100% del transporte marítimo internacional. También estamos reforzando las condiciones del Fondo de Modernización, creando más incentivos para la innovación a través de un Fondo de Inversión para el Clima que sea más amplio e introduciendo una condicionalidad más estricta para las industrias que no hagan sus deberes. Todo ello contribuirá a mejorar la equidad en toda la industria y a crear incentivos más fuertes, al igual que herramientas, para descarbonizar.

“Por último, también hemos conseguido limitar significativamente los posibles efectos sociales del RCDE2 para los edificios y el transporte, al tiempo que hemos ahorrado financiación para el Fondo Social del Clima. Con un límite de precios, una demora para los hogares, una pausa de emergencia y la exigencia a las grandes petroleras de que asuman al menos la mitad del coste, estamos convencidos de que se creará una situación en la cual todas y todos saldremos ganando, tanto en cuanto al clima como en la lucha contra la pobreza energética. También hemos conseguido introducir la noción de transición justa en las condiciones de los derechos de emisión gratuitos: hay que respetar y colaborar con los trabajadores y las trabajadoras para conseguir nuestros derechos gratuitos”.

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